En algunas ocasiones (por no decir muchas), los teléfonos pueden sufrir caídas tan peligrosas que hasta salen despedidos lejos de nosotros. Otras veces, un pequeño descuido puede terminar con la pantalla del Smartphone rota o fracturada, siendo un indicador evidente de que el modo en el que se caiga puede dañar en mayor o menor medida al dispositivo. Por supuesto, existen algunas partes más vulnerables que intentamos defender lo mejor posible, ¿pero qué podemos hacer? Los accidentes suceden y por muchas medidas que adoptemos, no hay nada que hacer cuando pasa algo así.

A la izq. el iPhone 6 y a la der. el iPhone 7

No obstante, parece ser que Apple es consciente de esto y aunque sería poco realista construir un teléfono a prueba de golpes, han encontrado con un modo con el que se podría reducir el daño recibido. De hecho, se han inspirado en la naturaleza o para ser más exactos, en los gatos y la manera que tienen para reorientarse ellos mismos en el aire para acabar en el suelo sobre sus cuatro patas. De acuerdo con la patente, pudimos leer lo siguiente: “Como los dispositivos móviles electrónicos impactan sobre la superficie cuando caen y pueden ser dañados, incluso aunque estén protegidos por una carcasa protectora. De hecho, algunos smartphones son muy vulnerables a impactos contra las pantallas, aunque esto podría ser solucionado si un metal o plástico recibiera el golpe antes.”

Para prevenir algo así, se sugiere que dentro del teléfono existiera algún tipo de masa que cambiara de orientación el teléfono cuando este estuviera cayendo. La patente también describe un método más extravagante para cambiar su posición, casi como estuviéramos hablando de una nave espacial. Dicho esto, desconocemos si esta patente verá la luz del día o no, ¿pero os imagináis que pudiera encontrarse en el próximo modelo de iPhone? ¿Quién se apuntaría a algo de estas características? Aunque eso sí, esperemos que no se sume esto a las batallas de las patentes que nos estamos encontrando tanto últimamente.