Una de las peores citas de Tinder de la historia. Tinder es una aplicación utilizada por millones de personas de todo el mundo para conocer gente nueva y para ligar, pero ha habido algunos casos de citas de Tinder que (al igual que las citas de toda la vida) han sido un desastre. Uno de estos casos ha sucedido en Kansas hace poco, en el que una usuaria de Tinder ha sido secuestrada, golpeada y retenida en contra de su voluntad durante seis días por un hombre que conoció a través de esta aplicación. El hombre, llamado Shane Steven Allen, se enfrenta a cuatro cargos por agresión agravada y uno por secuestro. NBC News ha informado de que Allen se encuentra bajo custodia policial en estos momentos, y que deberá pagar una fianza de 100.000 dólares. Si le consideran culpable, podrá enfrentarse a cumplir una sentencia de 32 años en prisión. La mujer es una estudiante de 20 años de la Universidad de Kansas, que fue secuestrada y volvió a la universidad seis días después con múltiples heridas, incluyendo moratones y quemaduras, los dos ojos morados, y rotura de las venas de los ojos.tinder

Informes adicionales revelan que las dos personas habían quedado otras veces y que no había sucedido ningún incidente, pero la última vez que se encontraron, Allen la acusó supuestamente de estar flirtreando con uno de sus amigos, y que esa fue la causa que le llevó a secuestrarla y a abusar de ella. Allen ha dicho que estaba reteniendo a la mujer hasta que sus heridas se hubiesen curado, y que sólo la devolvió a la universidad después de que ella le prometiese que no llamaría a la policía. Estos problemas de abusos están muy presentes en las redes sociales, por desgracia. Ya hemos visto otros incidentes parecidos, incluyendo una violación y hasta un suicidio retransmitido en directo por streaming en Periscope, así que, aunque en ningún caso es culpa de la víctima, parece que la lección que aprendemos de todo esto es que todavía tenemos que ser extremadamente cautos a la hora de conocer gente nueva en internet (algo de lo que Tinder, evidentemente, no tiene la culpa).