El evento de Microsoft que tuvo lugar ayer mismo resultó ser todo un éxito al final, pero hay ciertos aspectos que fueron muy destacables y pasaron algo desapercibidos, como por ejemplo la relación entre la nueva Surface Pro 4 y la predecesora Surface Pro. Las mejoras que añade la nueva Surface se extienden mucho más allá de una simple continuación en el diseño. Esta nueva Surface Pro tiene una pantalla más grande que la antigua, pero con engastes más finos, por lo que la tablet sigue siendo compatible con los accesorios que hay para su versión anterior. El hecho de que sean del mismo tamaño hace también que todos los accesarios mejorados para la Surface Pro 4 sean, a su vez, compatibles con la Surface Pro 3. Esto puede sonar completamente lógico y nada muy importante, pero es un hecho muy poco común dentro de la industria de la electrónica que se den casos similares. Podemos tomar el ejemplo de otra compañía como Asus. En este caso, han sido una de las compañías más agresivas en lo que respecta a dispositivos híbridos, ya fueran smartphone que pareciesen tablets o tablets a las que se les podían poner teclados, convirtiéndolos en una suerte de smartphones.

Pero, cada vez que Asus introducía un nuevo Pad o Transformer Book, todas las partes cambiaban. No existía ningún tipo de compatibilidad entre  productos de diferentes generaciones, y cada uno de estos productos podía tener una diferencia de apenas unos meses, nada más. Cuando una empresa trata a sus productos como desechables sin valor, al final eso acaba afectando a los consumidores, que se sienten también perjudicados por las decisiones de la empresa. Pebble ha pecado de errores similares, como por ejemplo cambiar el conector para cargar con cada nuevo modelo. Por otro lado, Motorola se ha llevado también muchas críticas recientemente por haber anunciado que su nuevo Moto E no entrará en la lista de dispositivos que reciban la actualización de Android Marshmallow. Pero Microsoft parece querer apuntar hacia otra dirección, por suerte.

Microsoft aplica la retrocompatibilidad en todos sus aspectos

Por eso mismo, Microsoft ha empezado por el buen camino al permitir que los usuarios de Surface Pro 3 puedan utilizar también los accesorios mejorados disponibles para Surface Pro 4 (algunos que incluyen hasta un sensor de huellas para autenticación biométrica), así como el nuevo Surface Pen. Los cargadores también se pueden utilizar de forma indiferente con uno u otro dispositivo. Si tienes una Surface Pro 3 y decides comprar la nueva tablet, sabes que ya vas a tener algunos accesorios que utilizar, por lo que no será dinero tirado al agua.

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Apple tiene una estrategia similar, que permite que los accesorios se mantengan compatibles con distintos modelos de los dispositivos a lo largo del tiempo. No es una seguridad permanente, como puede comprobarse  con la introducción de algunos conectores nuevos y el 3D Touch; pero por lo general Apple asegura a sus compradores que cualquier extra que compren le servirá durante varias generaciones.

Lo llamamos retrocompatibilidad, pero en realidad se trata de pensar hacia delante cuando introducimos dispositivos más antiguos. Microsoft está haciendo incluso cosas aún mejores en su frente de consolas, pues muy pronto los usuarios de Xbox One podrán jugar a los juegos de su antigua Xbox 360 en la nueva consola. Cuando una compañía tiene gestos así con sus clientes, de tal forma que no parezcan totalmente interesados, se asegura un alto nivel de satisfacción con el cliente, lo que suele traducirse en más ventas.

Microsoft quiere remodelarse como un símbolo de grandes experiencia. Experiencias que deben empezar con grandes dispositivos, que  vayan mucho más allá de lanzar una tablet o smartphone nuevo. Microsoft ha reconocido esto y centra sus esfuerzos en asegurarse que tanto los usuarios antiguos como los nuevos sean felices a la vez.

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