En internet ya se sabe que las tendencias y modas se propagan con suma rapidez, más aún desde que existen las redes sociales. Compartir y replicar una idea es tan sencillo como darle a un simple botón, por lo que no es de extrañar que algunas locuras se hayan llegado a convertir en verdaderos fenómenos entre muchos internautas algo temerosos. La última de estas modas no es otra que los conocidos como «high five selfies». Un high five en inglés significa chocar los cinco, generalmente como sinónimo de victoria. Estas selfies en cuestión buscan fotografiar el momento en el que nos hacemos un choque de manos a nosotros mismo, soltando el teléfono en el proceso al tiempo que captura la imagen. De ese modo, el móvil parece que queda flotando en el aire. Sin lugar a dudas, puede dar toda una imagen muy interesante.
¿Quién fue el primero en tener esta genialidad de idea? Se trata de Seth Schneider, un estudiante estadounidense. Él mismo publicó la foto en Twitter, y desde ahí se propagó por toda la red al tiempo que muchos otros decidían imitarla, con cerca de 177000 retweets y 450000 Me gusta en Twitter. Sin embargo, esta genial idea no parece serlo tanto cuando pensamos que, para hacer estas fotos, hay que soltar el teléfono y dejarlo caer, con un riesgo casi asegurado de que romperlo de alguna forma.
La moda se generó en Twitter y continúa expandiéndose
Aún así, eso no ha sido un impedimento para que decenas de usuarios hayan corrido a imitar a Schneider. Se han compartido centenas de fotos por Twitter de otros usuarios que han intentado replicar este tipo de selfie, algunos con mayor o menor éxito. ¿Pero cómo se hace exactamente? Al parecer, el truco está en pulsar el botón para sacar la foto y rápidamente soltarlo, de modo que el teléfono tiene un breve instante para capturar rápidamente la imagen mientras nosotros chocamos las manos.
Hay gente que ha intentado ser algo más cuidadosa y ha optado por poner un cojín debajo, de modo que al menos eviten daños mayores al dispositivos. Otros, sin embargo, no se han preocupado tanto por esto e incluso han añadido jocosamente que solo es una rotura más en su ya magullada pantalla.
En cualquier caso, por curioso que sea el efecto de la foto y el auge de esta moda, no parece la idea más sensata de todas. Los smartphones siguen siendo dispositivos caros que se estropean con más o menos facilidad ante los golpes, por lo que lanzarlos al aire tan solo por capturar un milisegundo de imagen no podría valer del todo la pena. Aún así, sigue siendo la opción personal de cada uno; y de momento los riesgos no han impedido que muchos usuarios de Twitter se hayan lanzado a la palestra.
