Donald Trump es y ha sido siempre, sin lugar a dudas, una persona excéntrica. Es bien sabido que cada vez que el magnate norteamericano abre la boca, “sube el pan”. Dicho esto, ahora que es candidato a la presidencia de los Estados Unidos, ahora hay mucha más gente aún que presta atención a sus comentarios estrafalarios. La última salida de tono de Trump tuvo lugar durante un discurso dado en la Universidad Liberty, en el estado de Virginia. En él, el candidato ha vuelto a expresar su preocupación por el hecho de que algunas compañías norteamericanas – como por ejemplo Apple – producen sus distintos productos fuera del país.
A pesar de que el parecer de Donald Trump respecto a la política de Apple no es nada nuevo, el millonario ha aprovechado esta nueva oportunidad de exposición mediática para reiterar que la compañía debe trasladar sus centros de producción a los Estados Unidos aduciendo que “tenemos que hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande”.
“Tenemos muchas personas maravillosas en este país: inteligentes, audaces, con energía… Personas que son estupendas. He dicho que debemos hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande, y creo firmemente que vamos a seguir el buen camino. Vamos a hacer que Apple empiece a fabricar sus condenados ordenadores y cosas (sic) en esta nación, en vez de otras”.
Sueña con un impuesto para las compañías estadounidenses que recurran a la producción foránea
Esta no es la primera vez que Donald Trump se mete con Apple por el hecho de que la compañía de la manzana depende totalmente de sus plantas de producción en el extranjero. En una entrevista con Fox News en 2012 decía que quería traer a Apple de vuelta a los Estados Unidos, para que produjeran sus productos en el propio país.
“Quizás no se han implementado los incentivos adecuados, pero cuando el cien por cien de los productos de Apple, o casi el cien por cien, se fabrican fuera del país, es bastante triste. ¿No sería genial que Apple fabricara sus productos en los Estados Unidos?”.
Además, Trump ha señalado que en estos momentos se halla en conversaciones con otras grandes compañías norteamericanas en lo relativo a su capacidad de producción en el extranjero. El magnate y candidato a la presidencia de los Estados Unidos ha afirmado incluso que ha “amenazado” al director ejecutivo de Ford, Mark Fields, con la implementación de un impuesto del 35% si la producción de la compañía no se traslada en un futuro próximo a los Estados Unidos.
En el caso de Apple, no podemos decir que la compañía californiana dependa al cien por cien de su producción foránea. La compañía manufactura el Mac Pro en Austin, Texas, y da trabajo a 1,9 millones de personas en Estados Unidos, aproximadamente.
