Como ya os hemos informado, la página de filtraciones WikiLeaks ha publicado miles de documentos que aseguran nada menos que la agencia de inteligencia estadounidense, la CIA, tiene en desarrollo un programa de hackeo, así como el desarrollo de ciberarmas de poder devastador. La página web, que ha destapado ya grandes secretos gubernamentalkes, asegura que los documentos (un total de 8761) abarcan el período desde 2013 hasta 2016. Estos documentos pertenecen a una red aislada de alta seguridad de las instalaciones suburbanas de la CIAe en Washington, y ahí se detalla cómo pueden tomar el control de teléfonos móviles, sistemas operativos de ordenador e incluso teles inteligentes con tal de espiar a sus objetivos.

Los documentos detallan un programa desarrollado junto con la inteligencia británica que ha recibido el nombre de «Weeping Angel» (ángel llorando), que permite a los espías tomar control en secreto de, por ejemplo, una smartTV de Samsung y hacer que se convierta en un dispositivo de escucha incluso cuando esta televisión permanezca apagada.

La CIA también tiene varias ramas dedicadas al desarrollo de ataques en iPhone y teléfonos Android que pueden enviar datos del usuario directamente, y en secreto activar la cámara y el micrófono de los dispositivos. Al tomar control del teléfono, la agencia puede sobrepasar las barreras de la encriptación de apps como WhatsApp.

CIA

En las filtraciones se muestra también que el consulado de Estados Unidos en Frankfurt podría haberse utilizado como parte de las operaciones de hackeo de la CIA en Europa, África y Oriente Medio, y los agentes utilizarían su tapadera diplomática en Alemania.

La CIA no ha querido hacer declaraciones al respecto

Un representante de la agencia, Jonathan Liu declaró que no iban a hacer comentarios acerca de la autenticidad del contenido de los supuestos documentos. Desde la Casa Blanca han dicho que no se ha evaluado del todo la filtración y que aunque se hubiera hecho, no harían comentarios de momento.

WikiLeaks dijo que la CIA había perdido el control de su arsenal para hackear y que este había circulado entre varios hackers del gobierno y otros contratados, incluido el que dispuso toda la información para WikiLeaks con tal de establecer un debate sobre las ciberarmas.

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ha declarado que los documentos son prueba de la proliferación de las ciberarmas y asegura que la organización ha ocultado información. Esta filtración es incluso más grande que la que proporcionó Edward Snowden sobre la agencia nacional de seguridad, según las palabras de WikiLeaks.