Los pepinos se dividen en dos categorías básicas: los pepinos frescos y los que se desarrollan hasta convertirse en pepinllos. Los pepinos frescos son los más típicos en los supermercados. Suelen medir entre 15 y 20 centímetros, dependiendo de la variedad, y suelen tener un color verde oscuro brillante y las puntas más duras. Tras su cosecha, se suele encerar la piel del pepino para una mayor conservación. Los pepinos destinados a convertirse en pepinillos, por otro lado, no suelen aparecer en supermercados y tenemos que comprarlos en tiendas especializadas. Tienen diferentes variedades, que suelen ser más pequeñas que el típico pepino. Una de las más conocidas es el gherkin, más pequeño y abultado. Hay tipos de pepinos, como el armenio o el japonés, que pueden encontrarse durante todo el año; mientras que otras variedades son de temporada.

4. Pepinos kirby

La mayor parte de los pepinos kirby suelen acabar convertidos en pepinillos, pero también se venden frescos. Muchos cocineros suelen preferir esta variedad porque no se encera y su piel es gruesa, su carne es crujiente y sus semillas son pequeñas.