Su iPhone 5c le salva de morir tras ser disparado con una ametralladora.

Parece que últimamente los móviles no solo sirven para comunicar, conectar y entretener; sino que también salvan vidas. Ya sucedió en China, con el hombre que se salvó de un derrumbamiento gracias a su Nokia Lumia 920; y ahora ha vuelto a suceder en Reino Unido, donde un hombre se ha salvado de morir en un tiroteo con ametralladoras gracias a su iPhone 5c.

iPhone 5c

Daniel Kennedy, de 25 años y padre de dos niños, fue tiroteado en un camino público el 15 de julio de 2014 en Widnes, Cheshire, tras enfrentarse a un grupo de adolescentes que habían cerrado el surtidor de agua local como broma. El hombre hubiera muerto debido a los disparos si no hubiera llevado su iPhone 5c en el bolsillo, que se llevó los impactos de bala por él.

La mayoría de los disparos de la ametralladora se los llevó el iPhone 5c verde pistacho de Kennedy, quien lo llevaba en su bolsillo, salvando su vida y dándole el tiempo suficiente como para alcanzar el bloque de pisos en el que residía y pedir ayuda.

El inspector de policía del cuerpo de policías de Cheshire, Gary McIntyre, declaró lo siguiente:

“Afortunadamente, el teléfono móvil de la víctima se llevó la mayoría de los disparos y, como resultado, él sobrevivió. Esto es remarcable: si el teléfono no hubiera estado en su bolsillo en aquél momento él hubiera muerto sin lugar a dudas.”

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Ryan Duggan, 19, culpable de intento de homicidio.

El culpable, Ryan Duggan, un joven de 19 años, ya ha sido condenado por intento de asesinato y por posesión de armas de fuego con intenciones homicidas. Sus acciones fueron descritas por McIntyre como “extremadas y estremecedoras; la víctima salió a hablar con el grupo sobre el hecho de que habían cortado el suministro de agua, lo que resultó en el acusado disparándole con un arma de fuego”.

“Me tomó por sorpresa”

Rememorando su encuentro con la muerte, Kennedy declaró ante el jurado de Chester Crown Court: “Se dio la vuelta. Vi que sostenía una gran cosa plateada en la mano. Hubo un flash de luz frente a mí y sentí una sensación abrasadora en mi cuerpo. Me tomó por sorpresa”. El arma, que fue disparada en un rango de tan sólo un metro y medio de distancia, habría matado a Kennedy de no ser por su iPhone.