Si escuchamos la noticia que indica que, a día de hoy, submarimos de alta tecnología que cargan con misiles nuclear funcionan gracias a un sistema operativo que es una variante del ya difunto Windows XP, es normal que exista cierta preocupación al respecto. Es desde luego bastante extraño, especialmente si tenemos en cuenta que todo el soporte para este sistema operativo terminó el pasado año 2014, después de muchos años de funcionamiento. Sin embargo, parece que pasar página es siempre difícil; incluso para la industria militar. Existen en todo el mundo nueve países que se sepa que tienen poder nuclear en sus manos, un poder destructivo que es propiedad del arsenal colectivo que sería suficiente para destruir todo el planeta una y varias veces más. Una perspectiva nada halagüeña. Es por eso que resulta realmente extraño que tanto poder no funcione y esté actualizado al día con los últimos avances en tecnología o, al menos, simplemente con sistemas operativos recientes que tengan soporte en caso de haber problemas. Pero parece que, por extraño que parezca, no es el caso. Por ejemplo, en el Reino Unido el poder nuclear está formado por un grupo de submarinos de clase vanguardia y cada uno de ellos lleva como parte de su carga dieciséis misiles Trident.

Windows XP

Cada uno de estos misiles Trident es capaz de lanzar un poder destructivo que es el mismo de ocho veces Hiroshima. Esto puede poner los pelos de punta y que haya preocupación al respecto es comprensible, pero el ministerio de Defensa del Reino Unido no cree que el sistema sea vulnerable a malware u otros virus, y aclara que los misiles Trident están seguros y salvo.

Por lo tanto, parece confiar plenamente en que estos sistemas, aunque funcionen todavía con una versión del sistema operativo Windows XP, siguen siendo completamente seguros y no hay peligro de que un ataque tuviese efecto en los mismo.

En cualquier caso, lo que muchos piensan es que, aunque el sistema actual funcione y no haya problema, tampoco podría perjudicar utilizar algo más de tecnología punta para asegurar el futuro de la paz mundial y, sobre todo, que no haya accidentes relacionados con los peligrosos misiles que portan los submarinos.