Sabemos que hay una gran variedad de usuarios que se están conteniendo para instalar en sus ordenadores el nuevo Windows 10. Quizás no tengan el equipo apropiado, puede que se encuentren demasiado contentos con su actual versión de Windows que prefieren no cambiar bajo ninguna circunstancia. O más bien se deba a que las diferencias son tan grandes que nos cuesta acostumbrarnos a las novedades del último sistema operativo (¿quién no extrañó mucho el Menú Inicio en Windows 8? ¡Que levante la mano! O que deje algún comentario). Sin embargo, parece ser que ahora tenemos una especie de “fecha límite” en todo esto. Si estáis planeando comprar un ordenador y no queréis que venga con el sistema operativo Windows 10 preinstalado, estamos seguros que encontrareis algunos fabricantes dispuestos a ofreceros Windows 7 o Windows 8 / 8.1. No obstante, tal y como hemos dicho antes, existe una fecha límite. ¿Qué día? El 31 de octubre del 2016.
Esto quiere decir que nuevos ordenadores, después de esta fecha, vendrán con Windows 10 preinstalado. De acuerdo con el ciclo de vida de Windows, “Cuando Microsoft lanza una nueva versión de Windows, continuamos permitiendo que sea vendidas versiones anteriores en ordenadores hasta dos años después de la salida de su última versión. Si no se ha realizado algún anuncio previo que diga lo contrario, claro.”
Debéis tener en cuenta que esto solo será aplicado en ordenadores que os compréis. Si queréis continuar utilizando Windows 7 o Windows 8/8.1, entonces tenéis vida libre. Sin embargo, os recordamos que las actualizaciones gratuitas de Microsoft son gratuitas el primer año, para luego tener que pagar por ellas. Mientras tanto, Microsoft está tomando medidas para garantizar una adopción más amplia mediante el cambio de estado de Windows 10 a partir de una actualización opcional a una recomendada a partir del 2016. Mientras tanto, sólo tenemos que esperar a que finalice este año para ver más avances en este aspecto, ¿no os parece?
