Uber ha lanzado su flota de coches que se conducen solos en carreteras públicas de ciudades selectas por todo Estados Unidos para llevar a cabo varias pruebas dado que busca desarrollar esta tecnología y jugar un papel importante en el futuro del transporte. El proyecto ha sufrido un contratiempo, dado que la compañía ha tenido que detener a toda su flota de coches eléctricos que se conducen a sí mismos después de un accidente ocurrido en Arizona que hizo que una de sus furgonetas Volvo se cayera de lado. Uber suspendió el programa piloto en Arizona de inmediato tras el accidente, dado que el coche estaba en modo de autoconducción durante el mismo. La compañía ha confirmado que las pruebas de autoconducción han sido suspendidas en Pittsburg y San Francisco y que seguirán así hasta que se complete una investigación.

Uber

“Nuestros vehículos en Arizona siguen parados mientras continuamos nuestra investigación. Nuestros vehículos están parados en Pittsburgh y San Francisco también hoy,” ha dicho una portavoz de Uber a TechCrunch.

Mientras que la portavoz ha confirmado que la suspensión en Arizona va a durar hasta que se complete la investigación, no hay límite de tiempo para la suspensión en Pittsburgh y San Francisco, pero no hace falta decir que la compañía tendrá cuidado al poner sus coches automáticos en la carretera sin estar seguros de que no hay problemas fundamentales en el sistema.

Merece la pena decir que nadie fue herido en el choque de Arizona y que la policía local dice que el coche que se conducía solo no fue responsable. En realidad fue un coche normal que era conducido por un humano que no cedió el paso y que causó el accidente en el proceso. En el pasado hemos visto problemas con los coches autónomos de Google, pero lo cierto es que son una tendencia en auge. ¿Tardaremos mucho en verlos naturalmente en nuestras carreteras?