En los últimos tiempos se ha prestado bastante atención a la seguridad en dispositivos portátiles tales como smartphones y tablets. Sin embargo, ¿qué pasa con los wereables, es decir, la tecnología que llevamos “puesta”? ¿No debería ser igual de importante la seguridad en este tipo de aparatos? Si sois de los que piensan que robar información sobre cuántos pasos has dado o la cantidad de calorías que has quemado hoy es un asunto sin la más mínima importancia, quizás la posibilidad de que también roben vuestras contraseñas os haga reflexionar y prestar más atención al asunto. Cierto es que muchos de nosotros no guardamos nuestras contraseñas ni accedemos a nuestra cuenta bancaria a través de nuestros smartwatches. No obstante, de acuerdo con Tony Beltramelli, estudiante de máster en la Universidad IT de Copenhague, nuestros smartwatches pueden realmente dar a conocer información personal que ni siquiera sabíamos que estaba almacenada allí.

Beltramelli ha bautizado este fenómeno con el nombre de deep spying, que consiste básicamente en el hecho de que ciertos hackers con acceso al giroscopio y los acelerómetros de nuestros smartwatches pueden deducir lo que estamos escribiendo en cada momento gracias a los pequeños movimientos que nuestras muñecas efectúan durante el proceso. Esta información puede ser procesada a continuación, por lo que adivinar lo que hemos escrito no sería totalmente imposible.

Esto significa que los hackers pueden descifrar vuestro PIN para operar en cajeros automáticos, la contraseña que utilizáis para operar online en el sitio web de vuestro banco, y demás datos importantes. Las afirmaciones de Beltramelli están smartwatchrespaldadas por una investigación de este año llevada a cabo por la Universidad de Illinois. De acuerdo con uno de los investigadores, “mientras el usuario está escribiendo en un teclado, el movimiento de su muñeca, por muy pequeño que sea, puede ser utilizado para inferir lo que ese usuario está escribiendo”.

¿Estáis igual de sorprendidos que nosotros?