Una estudiante de universidad se ahogó a principios de año en Bandra después de haber estado haciéndose selfies con sus amigas. Una estudiante de apenas 20 años se ahogó en Bandra Bandstand este enero. Se cree que se la llevó la corriente en un descuido de sus amigas. Un joven que pasaba vio toda la escena: cómo el grupo de tres amigas se echaba fotos y, en un descuido, una de ellas desaparecía debido a una gran ola; sin pensarlo dos veces, el joven saltó al mar para rescatarla, pero fue en vano. El incidente tuvo lugar cuando la joven víctima y dos amigas salieron a dar una vuelta y decidieron parar a echase unas selfies subidas a una roca de la playa, cerca del paseo marítimo de Bandra. Según la policía de la zona, “las chicas estaban a 50 metros de la costa cuando el agua subió de repente. No se dieron cuenta de la subida del agua y permanecieron en la roca haciéndose fotos. Una de las chicas fue llevada por la corriente debido a la marea alta”.

SelfieLas operaciones de rescate comenzaron de manera inmediata

“Tras ver a la chica, un joven que estaba cerca de Bandstand saltó al agua para rescatarla, pero a él también se lo llevó la corriente. La gente presente en el lugar llamó a la policía de inmediato”.

La joven víctima, Tarannum Ansari, y quien intentó rescatarla, Ramesh Walnuj, se perdieron en el mar. Llevamos varios días trayendo estas tristes noticias de selfies que acaban en desgracia. Si bien es cierto que Tarannum y sus amigas no podían prever que la marea se alzaría tan rápida y violentamente, en ciertas ocasiones el ser humano se arriesga demasiado sólo por hacerse una selfie perfecta, que termina convirtiéndose en una selfie mortal. Y yo pregunto: ¿de verdad vale la pena?