Se puede decir con toda seguridad que tienes control sobre los dispositivos que manejan tus hijos y el contenido que reciben cuando estás viviendo con ellos, pero es más complicado hacerlo verdad cuando te has separado de tu pareja y compartes la custodia de los hijos. Recientemente, una pareja de Estados Unidos ha tenido que aprender esta lección de la forma más dura. Un juez de Dallas ha declarado culpable a Ronald Jackson inocente del cargo de robo que se denunció después de que él mismo retuviera el iPhone 4S de su hija, que fue a su vez comprado por su ex pareja, Michelle Steppe. Jackson le quitó a su hija el dispositivo móvil a modo de castigo por un mensaje de teléfono fuera de tono y se negó a dárselo de vuelta. Según el juez que fue asignado, no había suficientes pruebas para seguir con la causa adelante. Por supuesto, Steppe no estuvo de acuerdo con la resolución del caso. Aunque la mujer acepta que Jackson tenía la autoridad para confiscar el teléfono mientras su hija estaba de visita, ese poder terminó en el momento en el que ella dejó de estar bajo su custodia durante el período que le tocaba. Según declara Steppe, el teléfono móvil era propiedad de Jackson y por lo tanto no debía de guardarlo; incluso si en el proceso enseñaba algunos modales a su hija.

iPhone 6c

Desde luego el caso puede levantar ciertas ampollas y diferentes opiniones al respecto. Los sucesos tuvieron lugar en el año 2013 y no ha sido hasta ahora que se ha llegado a una conclusión. Al parecer, después de que Jackson confiscara el iPhone 4S de su hija, tal y como contaron ambos padres, esta volvió a casa de unos amigos; y desde allí llamó a su madre. Poco después, por lo que cuentan, la policía llegó a la residencia de Jackson para reclamar el teléfono. Jackson tuvo la sensación de que en este caso la policía estaba interviniendo en la forma de educar a su hija.

Como hemos dicho, Steppe asegura que estaba de acuerdo con la decisión de su ex marido de quitarle el teléfono como castigo; pero añade que tendría que haber devuelto el teléfono iPhone a ella misma una vez su hija se marchó de su residencia, pues el teléfono no era de su propiedad. (aunque sí estaba en el plan móvil de Jackson).

Parece que por culpa de un iPhone en este caso una relación familiar ya de por sí tensa se ha complicado aún más, aunque cabe pensar si realmente en estos casos es recomendable involucrar a las fuerzas policiales y de justicia por una simple regañina a una adolescente.