Las energías renovables son cada vez más importantes y se invierte más en ellas para descubrir mejoras y nuevos avances. El último gran logro es el desarrollo de un gigantesco molino de viento, el más grande del mundo, que se está construyendo en Estados Unidos. Este molino es tan grande que incluso ha superado ya al famoso Empire State Building. Esta estructura, llamada SUMR50, es más grande que el actual molino de viento más alto del mundo, que tiene nada menos que 195 metros. También tendrá aspas de 200 metros que podrán cambiar de forma según la dirección del viento.

El objetivo es que sea capaz de generar nada menos que 50 megavatios de energía totalmente renovable. En la actualidad, la mayoría de molinos suelen generar entre 5 y 8 megavatios, dependiendo del tamaño; por lo que este más reciente los superaría por completo. La idea es que cuanto más alto estemos, hay vientos más rápidos. Con las aspas extra grandes en el molino se puede capturar el aire de forma más eficiente y, por lo tanto, más energía.

Molino de viento

Este molino podría ser una revolución en las energías renovables

En la actualidad, el molino de viento más grande de todos es el MHI Vestas y lo utilizan en el proyecto Burko Bank por parte de Dong Energy, situado en la costa noroeste del Reino Unido, en la bahía de Liverpool. Este tipo de molinos también están pensados para sobrevivir a algunos desastres naturales, como huracanes y tormentas, gracias a una torre flexible que se adapta como si de una palmera se tratase.

A modo de protección, si el aire se vuelve muy fuerte, entonces las aspas se pliegan para evitar daños. Con todos estos avances, los investigadores esperan que estos molinos aguanten grandes velocidad de viento antes de romperse. Puesto que el SUMR50 se va a construir en mitad del océano, la tarea resulta especialmente complicada.

Para conseguir resolver este problema, han desarrollado un aspa segmentada que permite que el molino se pueda montar por piezas, de modo que el transporte de las mismas resulte más sencillo. Se trata de un concepto muy innovador, pero que podría revolucionar la forma en la que se recoge energía eólica.