Los problemas de Microsoft en Rusia continúan, dado que el Servicio Federal Antimonopolio ha decidido empezar una investigación contra el gigante de software de Redmond entre acusaciones de prácticas poco éticas relacionadas con el software de antivirus en Windows 10. Kaspersky, la compañía de seguridad rusa, se ha quejado de que Microsoft abusa de su posición dominante forzando a sus usuarios a utilizar Windows Defender en Windows 10, mientras que también está implementando cambio que impactan en la adopción de software de terceros. El fundador, Eugene Kaspersky, explica que Microsoft ha reducido el periodo de tiempo que la compañía ofrecía a los desarrolladores de software para propósitos de testeo de 2 meses a 7 días, y que esto ha llevado a que varias apps de seguridad sean reportadas como incompatibles y reemplazadas por Windows Defender.

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El Servicio Federal Antimonopolio (FAS) está investigando estas acusaciones, explicando que Microsoft podría violar la primera parte del artículo 10 de la Ley Federal que regula la protección de la competencia. La ley «prohibe acciones (omisiones) de un dominador económico en una posición dominante que lleve o pueda llevar a prevenir, restringir, eliminar competición y (o) infringir los intereses de otras personas (entidades económicas) en actividades empresariales o consumidores a gran escala.»

Igualdad para todas las compañías en Rusia

Rusia dice que revisará las acusaciones dado que quiere «condiciones igualitarias» para todas las compañías que hagan negocios en el país.

«Dado que Microsoft desarrolla software antivirus: Windows Defender, que se activa si un software de terceros falla al adaptarse a Windows 10 en el plazo establecido, tales acciones llevan a ventajas no razonables para Microsoft en el mercado del software. Nuestra tarea es asegurar condiciones igualitarias para todos los participantes del mercado,» dice el Director Adjunto del FAS Anatoly Golomolzin en una declaración.

Este no es el único problema de Microsoft en Rusia, dado que el gobierno ha anunciado recientemente que podría banear LinkedIn, el servicio que los de Redmond compraron este año, después de que fallase al mover datos de usuarios en servers locales para obedecer la ley rusa.

Además, Microsoft está en medio del empuje de Rusia contra el software extranjero, que  Vladimir Putin ve como una amenaza importante a la seguridad nacional dado que cree que productos como Windows y Office podrían ser usados por otros gobiernos para espiar en el país.

Microsoft aún no ha hecho declaraciones sobre la acusación de Kaspersky o sobre esta investigación que ha empezado en Rusia.