Matt L’Hommedieu, un antiguo marine que actualmente vive en la ciudad de Stevenson, en Washington, puede decir que ha salvado la vida gracias a Apple; o al menos en parte. Durante un viaje en una zona algo remota de la garganta del río Columbia, las cosas se torcieron bastante para este ex-marine y dieron un giro bastante dramático para lo peor. La excursión la planeó L’Hommedieu junto con un amigo para poder buscar el paracaídas de D.B Cooper. Cooper, un nombre conocida en Estados Unidos, se hizo «famoso» por secuestrar un avión que viajaba entre Portland y Seattle en el año 1971 y que saltó del aparato con un paracaídas sin saber muy bien qué fue de él, salvo por el hecho de que llevaba consigo la friolera de unos 200000 dólares en metálico. L’Hommedieu, junto con su amigo y montado en una moto de cross, se encaminó hacia el lugar remoto para comenzar la búsqueda del tesoro tan particular. Sin embargo, cuando estaba cerca del área, perdió control de su motocicleta en una esquina, cayó y fue lanzado varios metros abajo en un barranco que quedaba junto al riachuelo. Por suerte, aunque la caída pudo ser mortal, el ex-marine se salvó.

Según cuenta él mismo, logró salir del agua y caminar unos metros más hacia la mitad de la orilla. Sin embargo, sus heridas eran demasiado graves como para que pudiese alcanzar la carretera de nuevo, que estaba en pendiente. Por lo que dice, sus heridas y daños eran una pierna rota, un brazo roto, pulmón perforado y varias costillas rotas.

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Tal y como explica él mismo, en ese momento sólo pensaba en poder sobrevivir. L’Hommedieu hizo uso de sus conocimientos aprendidos en la marina para poder construir una especie de tablilla en su pierna, utilizando los cordones de los zapatos y nada más y nada menos que el cable del cargador de su dispositivo iPhone.

L’Hommedieu explica que utilizó el cordón de Apple del cargador de iPhone como una especie de soporte, de tal forma que la pierna se mantuviera recta. Fue en ese momento cuando encontraron al hombre herido. Unas veinticuatro horas después y tras muchos daños, parecía que el infierno de L’Hommedieu tocaba su fin. Fue gracias a una pareja que se detuvo cerca y lo vio que pudieron avisar a emergencias para que le rescatasen.

Desde luego, este ex-marine tiene mucho que agradecer a la pareja y, desde luego, al cable del cargador de su iPhone.