Si el titular de esta noticia te parece un sinsentido, algo que es imposible que suceda… bueno, te entendemos. ¡Parece una broma! Pero, al parecer, no lo es, y es posible quedarse atrapado dentro de un aseo por querer recuperar un móvil. Un hombre en Noruega se ofreció voluntario para recuperar el teléfono de su amigo, que se había caído dentro de un aseo público. El hecho de si fue o no capaz de recuperar dicho teléfono es irrelevante, porque el hombre se quedó atascado dentro y no fue capaz de salir del aseo sin ayuda de los servicios de rescate.
Cato Berntsen Larsen, de 20 años, es buceador amateur y tiene una figura grácil y esbelta. Cuando el teléfono de su amigo se cayó dentro de un retrete público, Larsen se ofreció voluntario para recuperarlo por él. Como os podéis imaginar, las cosas no fueron como él había planeado. El retrete no era uno de esos baños públicos conectados al sistema de cañerías por una tubería en forma de u, sino que este baño público tenía un tanque bajo el asiento. Así pues, Larsen fue capaz de entrar, pero no de salir.
Una experiencia para el olvido
“Fue desagradable de narices. Lo peor que he experimentado jamás. También había animales ahí abajo. Nunca más entraré en un váter. Ahora me duele el cuerpo.”
Sus declaraciones a VG News cuando fue rescatado no nos sorprenden, y menos si tenemos en cuenta el hecho de que el baño público sólo se vacía una vez al año. Larsen estuvo atrapado en ese retrete durante una hora y dice que las aguas fecales le llegaban hasta los muslos. Los bomberos tuvieron que atenderles y ayudarle a salir de allí cortando el retrete.
La única lección que podemos sacar de aquí es que saltar en un aseo público nunca es una buena idea. Aunque eso signifique perder un smartphone.