El pasado 2013, Google Drive obtuvo una de las mayores ventajas que hemos conocido hasta ahora: la posibilidad de tener acceso offline a los archivos, además de poder editarlos. No siempre contamos con conexión a Internet, pero eso no debería de impedirnos modificar nuestros documentos si necesitamos hacerlo. Al fin y al cabo, nos encontramos en un mundo muy informatizado en el que tratamos de aprovechar el tiempo de la mejor manera posible. Por tanto, es de esperar que esto nos resulte de gran utilidad y que aplicaciones como Docs, Slides y Sheets, cobren importancia entre aquellos que necesitan soltura a la hora de trabajar con sus archivos.

Google Drive

Antes, Google Drive descargaba y almacenaba todos los documentos, presentaciones y hojas para poder utilizarlos cuando no tuviéramos conexión. Sin embargo y gracias a su más reciente actualización, aquellos usuarios que utilicen la versión de escritorio podrán seleccionar los ficheros individuales en los que están interesados. Hace un par de días os hablábamos de una característica muy similar, donde podíamos escoger qué documentos eran almacenados en el ordenador y cuáles no, por lo que ambas se encuentran cogidas de la mano. Para acceder a los archivos disponibles, necesitamos acceder al programa en concreto que vayamos a utilizar y activar la opción correspondiente. Una vez lo hagáis, el documento será descargado y tendréis acceso total a este, añadiendo los cambios efectuados cuando tengáis conexión para que se realice la sincronización. Una vez que los usuarios terminen, podéis limitaros a desactivar la opción de antes.

Gracias a la capacidad de sincronización, nos ahorramos el tener que administrar los ficheros de forma constante. Por esa misma razón estamos ante una actualización de gran utilidad que nos promete un nuevo enfoque. Al fin y al cabo, lo que buscan es que estemos contentos, ¿verdad? ¿Vosotros qué opináis? ¿Se trata de algo que aprovecharíais en el futuro?