Ha pasado bastante tiempo desde que escuchamos algo sobre el proyecto Fuchsia OS de Google. Originalmente, Fuchsia apareció en 2016 como un misterioso proyecto en GitHub, el sistema operativo desarrollado por Google que, a diferencia de Android, no se basa en un kernel de Linux, sino en un microkernel llamado "Zircon". Fuchsia está envuelto en un misterio, pero los fragmentos que han surgido parecen realmente interesantes y ambiciosos. Por un lado, el sistema operativo es realmente escalable, adecuado para su uso en sistemas integrados, teléfonos inteligentes, tabletas y PC. Es la interfaz de usuario, o al menos lo que se ha visto en ciertos dispositivos de prueba temprana, como el Pixelbook se escribe usando Flutter, con aplicaciones basadas en Dart, que ofrecen un alto rendimiento y una impresionante fluidez gráfica.
Se ha observado en múltiples ocasiones que, desde el punto de vista técnico y el conjunto de características iniciales, Fuchsia parece estar perfilando como un hermano muy cercano a Android y un candidato perfecto para una "reescritura" mejorada.
Se ha observado en múltiples ocasiones que, desde el punto de vista técnico y el conjunto de características iniciales, Fuchsia parece estar perfilando como un hermano muy cercano a Android y un candidato perfecto para una "reescritura" mejorada.