Clash Royale: cómo jugar la baraja Jason, ganadora del torneo

¡En Portal Hoy seguimos a tope con Clash Royale! Hace unos días os trajimos una baraja que está dando buenos resultados a los jugadores de nuestro clan y hoy os traemos, explicada al detalle, la baraja más famosa a día de hoy: la baraja que Jason usó en el primer torneo oficial de Clash Royale para ganar el primer premio de 10.000 euros y todas sus batallas. Se trata de una baraja que se sustenta en las mismas bases del juego, jugando sin ninguna carta épica, pero debemos recordar que el mismo Jason dijo, en la entrevista final de torneo, haber jugado más de 2000 con ella, así que no es de extrañar que le sacara tan excelentes resultados. Clash Royale es un juego en el que no hay ninguna baraja que gane todas las partidas, se trata de aprender de nuestro errores y sacarle el máximo partido a cada punto de Elixir.

Si nos fijamos veremos que es un mazo que incorpora carta de muchas arenas distintas: tenemos el Gigante, las Flechas y las Arqueras de la arena de Entrenamiento, los Duendes con lanza de la Arena 1, los Bárbaros de Arena 3, la Horda de esbirros y el Montapuercos de Arena 4 y el Recolector de elixir de la Arena 6. Esto hace que, incorporando estas cartas poco a poco en nuestro mazo, nos podamos ir acostumbrando a ellas y a cómo usarlas antes de incorporar nuevas piezas. Se trata, aunque no lo pareza, de un mazo reactivo: la clave es defender los ataques del rival y, a partir de esa defensa, crear, con el elixir acumulado y las tropas restantes de la defensa, un ataque contundente. Así pues, una de la habilidades principales que debemos aprender para poder usar este mazo, y la que nos puede costar más partidas, es aprender a distinguir ese momento clave: aprender en qué momento debemos crear esa masa de tropas en ataque y en qué momento es mejor esperar y seguir acumulando elixir. Pero, para ello, primero necesitamos entender el rol de cada carta, saber qué papel juegan nos ayudará a salir airoso de la mayoría de problemas.

Gigante

La cara visible de la baraja. Su papel principal es atraer toda la atención sobre él, tanto de las tropas y torres enemigas, como del propio jugador rival. Su aparición en el terreno de juego crea una amenaza muy visible que la mayoría de jugadores tratarán de neutralizar directamente. En realidad, no se trata, ni mucho menos, de la principal fuente de daño a las torre rivales, pero sí de la carta que recibe más daños. Pese a su coste, más o menos alto, 5 de elixir, no debe asustarnos utilizarlo, ya que sin él, la baraja pierde una gran parte de su eficacia, ya que el resto de cartas no tendrán tiempo de hacer su trabajo.

Flechas

El antídoto más común contra las Horda de esbirros. Pese a ello, en este mazo no debe asustarnos utilizarlas contra otras unidades, ya que tenemos más de una opción para encargarnos de ellos. Es una buena manera de librarnos de grandes grupos de tropas con poca vida o, de rematar a tropas más fuertes que ya hayan sido dañadas lo suficiente.

Arqueras

Una de las cartas más infravaloradas del juego. Su aparición en el torneo abrió los ojos a muchos jugadores de su gran utilidad: situadas junto a la torre o junto a los Duendes con lanza, son capaces neutralizar completamente a la Horda de esbirros. Una de sus grandes ventajas es que no mueren con Flechas, así que son increíblemente peligrosas detrás del Gigante al atacar, tanto para dañar la torre, como para eliminar las defensas del rival.

Duendes con lanza

Los Duendes con lanza son una de las cartas más utilizadas el juego, y por un buen motivo: su bajo coste, 2 de elixir, y gran versatilidad, la convierten en una carta útil en cualquier momento. Tanto para lanzarlos solos y arañar unos puntos de vida a la torre rival, como para distraer a las tropas enemigas que avanzan hacia tu torre, su verdadero potencial se despliega, al igual que las Arqueras, al utilizarlos como fuente de daño protegidos por el Gigante.

Bárbaros

De nuevo, y como en casi todas las barajas, los Bárbaros son la principal fuerza defensiva. En esta caso hace el papel de las torres defensivas contra el molesto Montapuercos, utilizándolos, tal como explicamos en la guía anterior, para bloquear su avance y matarlo sin llegar a alcanzar nuestra torre. Además, una vez han cumplido su papel, utilizarlos para atacar junto con el Gigante hará que tu rival esté en serios problemas.

Montapuercos

Lo primero que parece, al tener el Gigante ya en el mazo, es que tener dos cartas que sólo atacan edificios rivales puede colocarnos en una gran desventaja. Pero, dado que prácticamente todos los mazos tienen edificios defensivos, el Montapuercos en realidad sinergiza muy bien con nuestro Gigante. Una vez el la torre y edificios defensivos ataquen a nuestro Gigante, podemos utilizar el Montapuercos de tal manera que salte el río, destruya rápidamente el edificio defensivo y permita a todas nuestras tropas atacar directamente la torre. Por supuesto, también puede utilizarse con la estrategia habitual para realizar ataques rápidos, peligrosos y de bajo coste, que es algo que ninguna de las otras cartas que tenemos nos permite.

Horda de esbirros

Otra carta fija en casi todos los mazo pese a su evidente debilidad contra el hechizo Flechas. En este caso, lo mejor es mantener la carta oculta y sólo usarla como último recurso en defensa. Su momento estrella vendrá cuando consigamos hacer gastar al rival sus Flechas o Bola de fuego con nuestras otras tropas. Como pudimos ver varias veces durante el torneo, las Arqueras y Duendes con lanza son muy molestos situados detrás del Gigante y, si hemos conseguido colocar los Bárbaros o el Montapuercos en ese mismo ataque, no será raro que nuestro rival gaste sus hechizos con ellos y podamos utilizar la Horda en todo su esplendor.

Recolector de elixir

Aquí entra en juego otra más de las cartas más usadas del juego. Es fundamental plantar este edificio siempre que sea posible. Además, tal como se pudo ver durante el torneo y al contrario de lo que se ha puesto de moda, lo mejor en este mazo es no colocarlo entre nuestras torres, si no en la parte trasera, donde están protegidos de ataques. Y es que este mazo se beneficia en gran medida de tener un Recolector de elixir en juego, ya que, al atacar, da una ventaja gigantesca para colocar tropas detrás del Gigante y acabar sobrepasando las defensas del rival.