Apple y algunos de sus socios están, al parecer, buscando maneras de mudar la producción de iPhone a Estados Unidos dado que los de Cupertino están intentando prepararse para las nuevas leyes que saque adelante el presidente electo Donald Trump, que pretende reforzar la fabricación doméstica para las compañías estadounidenses. De acuerdo a un informe del periódico japonés Nikkei, Apple ya ha discutido el tema con sus principales proveedores, incluyendo Foxconn y Pegatron, pidiéndole que investiguen planes que les permitirían transferir sus líneas de producción de China a Estados Unidos. Parece que Pegatron ya ha dicho que no, probablemente por los costes que involucraría esta transición, así que Apple está intentando concentrarse en su alianza con Foxconn por si Donald Trump fuerza a la compañía a fabricrar iPhone en Estados Unidos.

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Lo que es más, los accionistas de Foxconn no ven trasladar las líneas de producción a Estados Unidos como una buena idea, también por los costes, así que es muy probable que Apple no pudiera recibir mucho apoyo de sus socios.

Pero Apple está intentando prepararse solo por si Donald Trump decidiera seguir adelante con su plan para introducir importantes tarifas de importación a los bienes chinos y forzar a las compañías a invertir más en operaciones domésticas.

Durante la campaña presidencial de Trump, se enfocó directamente a Apple cuando los republicanos dijeron que la compañía no tendría otra opción que fabricar sus ordenadores y teléfonos en el país. En este momento, la mayor parte de los productos Apple se fabrican y montan en China.

Pero aunque Apple quiere claramente estar preparada para este escenario, la compañía no parece inclinada a mover toda su producción a Estados Unidos. De acuerdo a las estimaciones, fabricar un iPhone en EEUU doblaría los costes, y se cree que Apple planea transferir solo una parte de su proceso de fabricación al país para obedecer las demandas de Trump.

Además, es probable que los de Cupertino buscasen incentivos financieros para invertir en la fabricación en EEUU, especialmente porque esto involucraría costes más altos, pero por el momento la compañía se está preparando para lo peor e intenta que no se les pille por sorpresa si Trump decide gravar la importación.