Google ha actualizado recientemente su política de contenido para la tienda Play Store y ha querido clarificar uno de los aspectos que más controvertidos se han considerado desde que apareció. El gigante de internet ha asegurado en un su declaración que las nuevas reglas de política es que no es correcto que una aplicación bloquee o interfiera con otra app que sí muestra anuncios. Parece que hay bastante debate sobre este castigo por parte de Google a los usuarios que utilizan ad blockers para evitar publicidad dentro de la Play Store, especialmente porque la compañía no realizó ninguna declaración muy contundente sobre ese tema en concreto. Los desarrolladores de esas apps descubrieron que al interferir con apps de terceros o con servicios que mostraban anuncios  recibían una carta que le es informaba de sus creaciones iban contra el acuerdo de distribución de la compañía. Pero parece que eso ha cambiado por parte de Google con la actualización de la sección 4.4 del antiguo acuerdo de distribución que nos lleva a al menos tres años atrás. Por lo tanto, ¿qué es lo que no deben hacer tus apps si quieres que sean aceptadas en la Play Store? No podrán ser apps que bloqueen o interfieran con otra app que muestra anuncios, así como tampoco valdrán apps que sirvan para hacer trampas en juegos o modifiquen las condiciones del juego.

Adblock Fast

Las apps que facilitan o dan instrucciones sobre cómo piratear servicios, software o hardware o que se utilizan para sobrepasar protecciones de seguridad tampoco estarán permitidas en la Play Store. Sin embargo, por contradictorio que parezca, Google ha decido que los ad blockers que se utilizan en los navegadores no son ningún problema. De este modo, los usuarios aún podrán descargar apps como Adblock Fast, Adblock Browser o Brave Browser, que impiden que aparezcan anuncios en el navegador.

El ad blocking dentro del navegador ya se permitía desde hace un tiempo en la plataforma iOS, por lo que penalizar el uso de estas apps pondría a Google en una posición complicada puesto que una gran parte de los beneficios de la compañía proceden de los anuncios web. Puesto que los ad blockers de navegador son muy populares entre los usuarios de Android, a Google le habría perjudicado más prohibirlos que dejar que continúen estando en la Play Store.